Duelo complejo en Desapariciones

Duelo complejo en Desapariciones

La pérdida de un ser querido deja siempre un vacío y una ausencia irreemplazable. En caso de desapariciones el familiar ha de afrontar esta ausencia  junto con la incertidumbre de si volverá o no la persona querida y del estado de la misma, si está viva o no. Hablamos entonces del duelo complejo en desapariciones.

Además hay fechas a lo largo del año que implican mayor intensidad emocional para aquellas personas que han perdido a un ser querido al igual que circunstancias que pueden complicar aun más la elaboración de su duelo.

Su cumpleaños, el aniversario, las Navidades o festividades de los Difuntos o Todos los Santos son fechas claves donde los familiares tienen muy vívidos los recuerdos de la persona fallecida por ser fechas de festividades compartidas, de celebraciones en familia y donde ahora hay un vacío que gestionar y una familia que reestructurar.

Circunstancias como el modo en que esa persona se ha ausentado como una muerte repentina (por un accidente de tráfico o una parada cardiorrespiratoria, etc. ), de forma trágica, con menores implicados  marcan el inicio de un duelo complejo como en desapariciones.

Araceli Ortega, psicóloga de Ortega Psicología y miembro del equipo técnico de Asociación Alhelí ha participado en el programa de La Tarde de Mariló Maldonado, en Canal Sur Radio sobre La elaboración del Duelo ante una Desaparición.

Recordamos aquí algunas de las características definitorias del Duelo en casos de personas desaparecidas.

Hasta hace poco tiempo la creencia popular era de que no se elaboraba el duelo si no se disponía del cuerpo de la persona fallecida. En casos de desapariciones forzosas no se tiene prueba alguna de realidad de que la persona esté viva o muerta porque se desconoce. La única evidencia que hay es su ausencia.

Los familiares han de afrontar esta incertidumbre junto con temores, miedos, silencios y una angustia dolorosa sostenida en el tiempo y la necesidad imperiosa de seguir buscando y no dejar de luchar.

Conforme pasa el tiempo además se enfrentan a la necesidad de elaborar un proceso de duelo donde la “muerte” ha de ser entendida como “ausencia” y a continuos interrogantes sobre qué fue lo que ocurrió y un sentimiento de culpa y de responsabilidad por haber podido evitar lo ocurrido.

En el momento en que el familiar se permita cambiar la relación con la persona ausente como una presencia interiorizada y no una presencia física empezará su proceso de duelo con las fases y etapas similares a otros procesos de duelo.

La aceptación de la realidad de la pérdida pasa por superar el mantener intactas las pertenencias y enseres de la persona desaparecida (este proceso se denomina momificación) y el ir adaptándose a una nueva realidad y continuar viviendo permitiéndose “seguir viviendo”.

Desde este punto se puede realizar un ritual simbólico o una ceremonia de despedida con el apoyo de fotografías, objetos personales, poemas para comenzar a elaborar el duelo y sentar las bases del equilibrio psíquico del familiar, aunque se albergue siempre la esperanza del reencuentro con esa persona.

Para ello sirve de gran ayuda contar con el apoyo y asesoramiento de recursos especializados a nivel individual como es nuestro caso en Ortega Psicología con psicólogas  especializadas en duelos, crisis y traumas y a nivel grupal con recursos como Asociación Alhelí con terapias de grupo orientadas a procesos de duelos complejos por muertes repentinas, trágicas, suicidios, etc., y con un equipo de terapeutas y psicólogas especializadas en estos temas.

Podéis escuchar el enlace del programa de Canal Sur Radio sobre Desapariciones “La Tarde con Mariló Maldonado” y en los últimos minutos finales, como cierre, el abordaje del duelo en estos casos.

http://www.canalsur.es/multimedia.html?id=1496748